XIMO SIGALAT
Deseo dedicar unas líneas a la reciente conmemoración del 25 aniversario del fallecimiento de ANDY WARHOL y su relación con el Jazz.
Cuando hablamos
de ANDY WARHOL seguro que todos sabemos de quien se trata.
Su imagen no pasa desapercibida, con ese aspecto desaliñado, como si terminara de
levantarse de la cama. Te dan ganas de regalarle un cepillo a ver si pone un poco de orden en esos pelos.
También recordamos esas ilustraciones llenas de colores vivos,
llamativos, se podría decir que casi
molestos para la época, pero que en
cierta medida te atrapan y desde luego
no te dejan indiferente.
Durante la década de los ‘50 WARHOL consiguió cierta reputación como ilustrador
de revistas y en publicidad. En
los '60 empezó a
reproducir en sus trabajos imágenes de productos comerciales, pilares de la
sociedad de consumo norteamericana, como la lata de Sopa Campbell o la botella de Coca-Cola.
Estos objetos eran para él iconos culturales estadounidenses situándolos al mismo nivel que artistas tan en boga en su día como, Marilyn Monroe, Troy Donahue, Elizabeth Taylor, Liza Minnelli o Judy Garland.
Centrándonos en lo
que nos ocupa, que es su relación con la música, y más concretamente su
colaboración en el diseño de portadas de discos, se ha publicado
en Norteamérica el libro titulado “ Andy
Warhol: The Record Covers 1949-1987”, escrito por Paul Maréchal. Este autor
dedicó 12 años a conseguir los 23 discos que, según los archivos del
Museo Andy Warhol en Pittsburgh, Pennsylvania, había diseñado el artista. Pero
en su búsqueda halló, sorprendentemente,
28 más. En total 51.
Buen momento para escuchar el “Basie Boogie" de Count Basie
De las
51 portadas que se le atribuyen, 10 están dedicadas a músicos de jazz y
las 41 restantes se encuentran repartidas entre artistas tan importantes como
los Rolling Stones ("Sticky Fingers" y "Love You Live" ), John Cale ("Honi
Soit" ), Diana Ros ("Silk
Electric"), el póstumo "Menlove Ave"
de Lennon
, Paul Anka, Miguel Bosé, Aretha Franklin, Deborah Harry y otros.
Warhol llegó a Nueva York en 1949, justo
cuando las discográficas sacaban al mercado el formato LP (Long Play). Ofreció
su talento como diseñador gráfico a las grandes compañías y pronto le llegó una
oferta de Columbia Records para la portada de un disco de música mexicana. En este trabajo ya anticipaba aspectos de su
posterior estilo, copiando de un catálogo de arte figuras aztecas del siglo
XVI, iniciando así su tendencia a crear arte a partir de imágenes ya
existentes.
En 1956 inició su etapa dedicada a discos de Jazz con el diseñó de la portada del guitarrista de jazz Kenny Burrell “BLUE LIGHTS”. En la mayoría de sus trabajos tomó como punto de partida fotografías que luego coloreaba y modificaba a su gusto. Se dice incluso que la escritura caligráfica empleada en algunos de los álbumes fue llevada a cabo por la madre de WARHOL.
El guitarrista Kenny Burrell y el tema" Caravan"
El guitarrista Kenny Burrell y el tema" Caravan"
Para Johnny Griffin diseñó la portada de su “The Congregatión”(1957), dibujando en la camisa del artista unas flores que pintaría una y otra vez en los años 60.
En definitiva, Warhol utilizaría las portadas
de discos como campo de pruebas donde experimentar con técnicas y perfeccionar el estilo que,
con posterioridad, desarrollaría plenamente en obras de mayor formato y calado,
obras ya de sobra conocidas que lo convertirían en uno de los máximos responsables
de la estética pop universal. A esto le podemos añadir la reputación mundial que
adquirió por su trabajo en cine de vanguardia y literatura,
notoriedad que vino respaldada por una hábil relación con los medios y por su
rol como gurú de la modernidad.
Actuó como enlace entre artistas e
intelectuales, pero también entre aristócratas, celebridades de Hollywood, modelos, bohemios y pintorescos personajes urbanos.
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